11 may 2010
D'ANGELO - VOODOO
Pareciera una ofrenda a los dioses oscuros que tanto se sienten sobre la removida Haití, o algún rezo de carácter seductor para atrapar a las víctimas transeúntes. El título de este trabajo viene gracias a las influencias raizales que se quieren mantener vigentes en pleno 2000 de tanta identidad refundida, y de aquellos cantos que, aunque parecieran siniestros, no son más que loas invocando la fuerza mágica de sus benefactores a través de cantos ceremoniosos que involucran los elementos vocales afro con mucha vehemencia.
Y el sacerdote que hace realidad con magia musical estos sueños de seducción es Michael Eugene Archer, más conocido como D'Angelo, representante del neo-soul norteamericano que llegó para invadir los oídos de los sensibles desde su debut en 1995 con su Brown Sugar, de gran éxito, pero que llegaría a consolidarse con aquel magnífico ensamble plasmado en Voodoo, en plena apertura del siglo XXI. Los dos trabajos se convirtieron en referente directo para reconocer la escena del R&B de los últimos tiempos.
UNA TROPA INDISPENSABLE
Tres ingredientes son absolutamente imprescindibles en el desempeño como ser humano de este vocalista de voz extrañamente sutil: El levantamiento de pesas, la marihuana y el hacer música. Siempre han sido parte de su trinidad, y entre mancuernas, humo y acordes logró impulsar una carrera de refinación que sorprende a propios y ajenos del género (que lo digan Clapton o Rick Rubin). Y dos individuos son importantes para su desarrollo como lo fue el D'Angelo conocido en la época, su personal trainer Mark Jenkins, y su mano derecha en composición Questlove, ni más ni menos que el insigne baterista de The Roots.
Los componentes en talento a agregar fue una sociedad de músicos llamada Soultronics, una especie de supergrupo que respaldó en estudio y en vivo la creación de este trabajo y entre los que se cuenta al tremendo trompetista Roy Hargrove, el bajista Pino Palladino, el tecladista James Poyser, un pequeño monstruo de guitarra y bajo llamado Charlie Hunter y el mismo Questlove en los tambores. Artífices ellos de esa masa funky reposada en suaves cadencias que jugaban con el tempo y cometían errores a propósito para hacer las canciones más 'humanas', en un producto final de alta calidad con un Bajo que manda la parada y unas voces en overdubbing que parece un coro multicolor de la voz de D'angelo invadiendo todos los parlantes del mundo sin mayor esfuerzo.
Uso de samples, de técnicas análogas para grabar, de trucos de romper el tempo en la batería para despistar al enemigo, de voces celestiales en falsetto que llamaban no precisamente para rezar sino para seducir, fueron efectivos para terminar vendiendo 300.000 copias la primera semana de lanzamiento y convertirse más adelante en multiplatino y ganador de Grammy en el 2001 como mejor álbum R & B y tener la canción "Untitled (How does it Feel) como mejor interpretación masculina de su género ese año. Sin duda, los rezos voodoo convertidos en trece canciones le sirvieron a D'Angelo para tocar la gloria.
TARTAS MUSICALES REFLEXIVAS
El primer intento por mostrar su fuerza influída por sus tiempos de infancia pentecostal es el single "Devil's Pie", una tarta lírica de tentaciones y pecados que acosan y destruyen lentamente a los afamados del hip hop y su industria materialista, una bomba gastronómica espiritual que pone en reflexión los peligros de dejarse seducir por el sabor letal del dinero y el exceso. Un buen mensaje que no logró figurar en altas posiciones (N 69 en listas Hot R&B Airplay), tal vez por su marcado beat hip hop, tal vez el más urbano de este álbum con gran cantidad de samples y la mano amiga de DJ Premier en la programación. A pesar de su pegajosa cadencia la gente estaba esperando sabores más sofisticados y apacibles.
Los temas reflexivos y de orden espiritual logran crear equilibrio en el álbum de D'Angelo entre tanta sed de mujer y cuerpo que hay en otras canciones. En el funky soul de "The Line" se llama a pasar el límite después de conocer la adversidad y aferrarse a Dios para superar los siempre presentes obstáculos de vida. En otros tonos de jazz latino con congas, trompeta y guitarra, la pieza "Spanish Joint" no nos incita a buscar algún resquicio de producto hidropónico de Corinto, Valle, sino a buscar la salida de la oscuridad a través de la luz y desprenderse de un pasado poco amable. Y a través del funk ponderado y elegante, con un sobresaliente trabajo en instrumentación, sin apuros, hay muestras optimistas que esperan por el ansiado día en "Greatdayindamornin/Booty", intentando romper con la cotidianidad de los aburridos soles de calendario y esperar por el comienzo de un nuevo mundo con un clima más optimista. Y para completar con gratitud su cultura afrodescendiente, un homenaje a la tradición raizal con "Africa", dedicado especialmente a su entonces hijo recién nacido Michael, y con arreglos de percusión tribal simple y efectiva y campanas tubulares que pueden remitirse a cualquier ritual ancestral practicado en Tanzania o en Malí, en aquel continente desconocido y mágico que contrasta su alta riqueza geográfica con su desigualdad social.
SEXO POR LADO Y LADO
El hip hop sigue siendo parte de la búsqueda por figuración, y "Left & Right" es la siguiente propuesta. Una tropa de respaldo lírico compuesta por Redman y Method Man (además de una breve intervención en percusión vocal de Q-Tip), hacen de este tema una reuníon de estrellas del fraseo que acompañan el murmullo inusual de D'Angelo en un golpe de bombo de poder muy funk, pero con el propósito contundente de hacer bailar a quien lo oiga, además de una lírica que invita al contoneo de las caderas femeninas , en un coqueteo lujurioso al mejor estilo del maestro Prince, fuerte influencia de las composiciones del artista. La canción logró dar buena demanda, pero aún no escalaba hasta los números de privilegio (70 en listados Billboard).
Las cuotas lascivas están a la orden del día como contrapeso al material de caracter espiritual, y el sexo es oxígeno para que mantenga vivo el flow este Voodoo: El tema que abre el disco, con un bajo instigador de bragas abiertas en un paraje perfecto para calentar pieles, "Playa Playa" es muestra de fino erotismo musical acompañado por la muy engatusadora trompeta de Roy Hargrove y una instrumentación impecable, aplauso que merecen gente como J Dilla, Raphael Saadiq y Questlove en producción. Otra muestra de bastante crédito por su legado (Prince) es "Chicken Grease", que parece que hubiera traído al genio de Minneapolis para su interpretación, pues su melodía y letra está untada por todos lados sin ser suya propiamente, aquí el funk bailable de movimientos impuros y de descaro elegante está presente mientras D'Angelo se apodera de un fraseo rápido y tremendamente nostálgico por los ochentas.
Pero tal vez la mayor contribución indirecta de Prince a este trabajo es el muy exitoso "Untitled (How does it feel)", en esta balada soul de pura tinta lasciva que tiene la cadencia de Questlove en un platillo y redoblante que desnuda lentamente, mientras Raphael Saadiq va erizando pieles con su finísima guitarra y D'Angelo se revienta en sensualidad absoluta de voces en falsetto invocando a su amado Prince, y obviamente llamando a todas las chicas para que sientan el poder de su lírica cautivadora y su cuerpo escultural reflejado en un videoclip controversial que se encargó de mostrarlo bien dotado y bien listo para ser apetecido por la prensa amarillista y por el click lujurioso de muchas chicas que le dieron Play a su video en peticiones a canales de televisión y a la siempre permisiva internet que todo lo puede. Además de un valor agregado como fue la grabación en estudio del tema mezclado de una sola vez, con todos los músicos contribuyendo al tiempo a hacerlo en vivo, pura reminiscencia a los grandes clásicos. Cuerpo modelado, lírica concupiscente, acordes exquisitos y un triunfante puesto N 1 en listados de R&B Airplay y 25 en el Hot 100 de Billboard, además de un video miles de veces reproducido, hicieron de este sencillo su más grande éxito en su historia discográfica, y hoy todavía se recuerdan sus gimoteos placenteros listos para alborotar la líbido de las chicas que lo escuchan (y lo ven).
UN POCO DE CORAZÓN
Entre tanto erotismo virtuoso, este hábil heredero de Marvin Gaye y Prince no puede dejar de lado el tema amoroso, y de aquí se vale de un par de piezas que buscan reivindicarlo ante la imagen de sex symbol y demostrar que también tiene su corazoncito, "One Mo Gin" es la abreviación de 'One more time, Again', que en un R&B de buenos arreglos con influencias del delta blues clama por perdón de la chica que le ha dicho No alguna vez y espera su nuevo chance para situarse en la privilegiada posición de tener pareja. Y en otra exquisita pieza con uso brillante de bajo y guitarra simultáneos por parte de Charlie Hunter, con toda la instrumentación lista para el deleite, "The Root" contrasta la efectividad alegre de su música con el golpe melancólico de su lírica que habla sobre el desamor, el castigo de la fémina con el rechazo que golpea justo en la raíz del corazón del desangrado amante que sufre de múltiples tormentos y que transmuta en un desahogo musical muy bien logrado.
Pero para dejar de rogar y dar la oportunidad al amor de comportarse de manera benefactora, el cuarto single del trabajo reivindica la posición del sentimiento en "Send it On", un llamado a la fé y la honestidad para conservar el afecto. Coescrito entre Luther Archer (hermano del artista), D'Angelo y su novia Angie Stone en las sesiones de estudio en Nueva York, cuando recién salía a la luz su hijo Michael en 1998, se inspiró en una canción idealista, de valor por su familia y de optimismo ante su nueva etapa como padre. Esta vez su tonada es un neo-soul muy tierno con acercamientos a las antiguas melodías de Al Green, y un tratamiento delicado de guitarras, trompeta y coros en falsettos que parecen arrullos ilusionados. El tema rondó el lugar 30 de listas en Airplay, pero no obtuvo tanto éxito como su antecesor "Untitled".
Con el éxito que arrastró este Voodoo los distribuidores decidieron que no había quinto malo y publicaron un último sencillo, "Feel Like Makin' Love" con un bajo y una batería más incisivos y dinámicos en su funk, dando un toque mucho más urbano y suelto al adulto contemporáneo original de la canción de Roberta Flack. Curiosamente, la composición inicial de Roberta habla de mujer a hombre y se escucha en tonos idílicos, de parte de D'Angelo y su tropa no hay nada que hacer con la directa incitación al placer a través del cuerpo, pero es el perfecto cierre de singles que conjuga algo de amor, algo de sexo, y una pizca de idealismo. No fue nada exitoso en listas, pero no por falta de méritos, pues el ensamble es impecable y el trabajo de vocales es funcional y agradable. Solo hay que ver sus interpretaciones en su Voodoo Tour con el colectivo Soultronics para confirmar la calidad de su trabajo, mientras recolectaban firmas y hacían adeptos a la oposición de la violencia callejera.
La vida personal de D'Angelo no fue a favor suyo después del tremendo suceso que causó su disco: Las drogas, el complejo de ser más considerado como sex-symbol que como músico y el mareo del éxito lo llevaron a un retiro de la escena, tal vez un canto voodoo en reversa que empañó su carrera de desazón. Sin embargo, superar su trabajo entre los artistas contemporáneos del género está bien difícil, después de dar una clara muestra de pedigrí musical con toda la refinación del caso, con todo el líbido estimulado, con todos los valores recalcados, y con un profundo amor por la música que es indudable y que lo hace memorable. Se espera que con un nuevo cántico ancestral Voodoo transmutado en neo-soul D'Angelo vuelva a hacer de las suyas.
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